El elemento común en cualquier definición de la fábrica del futuro es la flexibilidad. El mercado y la toma de decisiones se han acelerado, poniendo a prueba la capacidad de adaptación de los centros productivos. Robótica colaborativa, vehículos autónomos, gemelos virtuales y machine learning, entre otros, redefinen la evaluación de riesgos tradicional, proceso que busca el régimen continuo de los elementos involucrados en el sistema para tener una visión panorámica y perdurable de los riesgos a gestionar durante el diseño de seguridad.
La industria conectada debe contar con un sistema de seguridad evolucionado al mismo nivel, que permita mantener las prestaciones en las máquinas de forma dinámica. Así se desarrollan sistemas de mando de seguridad que, mediante maniobra segura, adaptan los recursos de seguridad a los conocimientos o nivel de autorización del operario con el que interactúan, o a las condiciones de un vehículo autónomo que se aproxime. Nos dirigimos hacia áreas de producción más abiertas con el objetivo de facilitar la flexibilidad de los sistemas robotizados móviles que buscan la optimización de tareas repetitivas.
Pilz, como empresa experta en el sector, innova en sistemas de seguridad para la Industria 4.0. Equipos como el Safety Device Diagnostics (SDD) permiten controlar selectivamente interruptores y enclavamientos de forma individual sin redundancia en el cableado. Además, facilita el diagnostico de estado en distintos niveles del sistema de automatización para incluir los sensores de seguridad en el mantenimiento predictivo y minimizar los tiempos de parada.